En la emblemática Avenida del Libertador, en la zona que limita los barrios porteños de Palermo y Recoleta, se encuentra el asombroso Palacio Errázuriz, destacándose por su historia de 112 años. Esta mansión, única en su estilo francés en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se convirtió en el Museo Nacional de Arte Decorativo, el cual abre regularmente sus puertas al público.
El Palacio Errázuriz, diseñado como una mansión de lujo a principios del siglo XX, comenzó su construcción en 1910 bajo la dirección del arquitecto francés René Sergent, contratado personalmente por los propietarios del terreno durante su viaje a Europa. A pesar de no haber viajado a Argentina, Sergent logró transmitir sus exigencias sin problemas a los obreros encargados de la construcción.
Sin embargo, la inauguración del palacio se vio retrasada debido a la Primera Guerra Mundial, ya que todos los materiales de construcción provenían de Europa. Con el inicio del conflicto en 1914, los viajes de los materiales se interrumpieron. A pesar de esto, el diplomático chileno Matías Errázuriz y su esposa Josefina de Alvear se mudaron a la mansión y vivieron allí, junto con otros familiares, durante 18 años.
Durante ese tiempo, el Palacio Errázuriz abrió sus puertas para albergar grandes fiestas y eventos benéficos, pero estas actividades cesaron abruptamente a mediados de la década de 1930. Tras el fallecimiento de Josefina de Alvear en 1935, los familiares de la pareja decidieron vender el palacio a un precio simbólico con la condición de que se convirtiera en un museo.
En 1937, el gobierno adquirió la propiedad y determinó que se convertiría en la sede del Museo Nacional de Arte Decorativo, el cual sigue abierto hasta el día de hoy. Antes de centrarnos en las obras expuestas en esta institución, es relevante conocer las características estructurales del Palacio Errázuriz.
Esta mansión, con sus cuatro plantas que siguen el estilo de un “Hôtel particulier”, cuenta con jardines diseñados por el paisajista francés Achille Duchêne. Desde su inauguración, fue considerada muy moderna, ya que incluía dos ascensores, un sistema de calefacción central y un sistema de aspiración centralizada de polvo. Su fachada, de estilo Luis XVI y revestida de símil piedra París, destaca entre las demás. Además, cuenta con dos bibliotecas y un salón de baile que se abre hacia la balconada sobre la Avenida del Libertador a través de tres grandes ventanas con arquería.
El Museo Nacional de Arte Decorativo del Palacio Errázuriz es el más importante de su tipo en Latinoamérica, ya que alberga un invaluable patrimonio compuesto por más de 6.000 objetos únicos en el mundo. Entre las piezas destacadas se encuentran un conjunto de miniaturas europeas de los siglos XVI al XX, un óleo sobre tela de El Greco, tapices del siglo XVI, una escultura de Augusto Rodin, un reloj de bronce que fue un regalo de boda para los reyes Luis XVI y María Antonieta, y muebles originales del Palacio Errázuriz.
El Museo Nacional de Arte Decorativo, que comparte su sede con la Academia Argentina de las Letras y la Academia Nacional de Bellas Artes, está abierto al público de miércoles a domingos, de 13 a 19 horas.
Por Visión Porteña
